Se llama sarpullido de pañal a aquella erupción o inflamación cutánea que se produce en los muslos o nalgas del bebé por el roce con el pañal. Afecta también a los niños que todavía utilizan este accesorio.

Síntomas del sarpullido

El primer síntoma de que tu bebé sufre este trastorno es que comienza a llorar desconsoladamente mostrando un escozor en el área señalada. Las marcas rojas debajo del dobladillo del pañal que cubre la piel se hacen evidentes. El sarpullido puede ser esporádico o recurrente en dependencia de su frecuencia e intensidad.

Consejos para prevenirlo o tratarlo

Los pañales no deben estar húmedos en ningún caso. La zona que estos cubren es una fuente segura de crecimiento bacteriano, así pues deben cambiarse tan a menudo como sea posible, por supuesto, teniendo en cuenta los hábitos y entrenamiento higiénico de los niños. Además, la parte del depósito de los pañales no debe tener acumulaciones.

Es importante averiguar si el pequeño está haciendo alergia a algún medicamento.
De ser así, hay que eliminarlo inmediatamente.

El mejor remedio contra esta enfermedad es el aceite de coco. Puede usarse de manera segura en los bebés y niños. Basta con aplicar en las áreas afectadas y se detendrá el crecimiento del salpullido.

Muchas veces dicho trastorno es producido por el contacto con las heces fecales. Si las heces son sólidas hay mayor probabilidad de infección. Los bebés lactantes son menos propensos a padecer sarpullido. Alimenta a tu hijo con leche materna o fórmula, y en caso de que ya ingiera alimentos sólidos que sea de manera semilíquida.

Si el sarpullido es demasiado abrasivo puedes utilizar aceite de hígado de tiburón o de hígado de bacalao para combatirlo.

Detectado a tiempo, el sarpullido no tiene por qué convertirse en un problema severo. Ten presente que tu bebé depende completamente de ti y necesita que estés muy pendiente de cualquier detalle de su salud.

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