Todo el peso del cuerpo descansa sobre nuestros pies, por lo que es importante cuidarlos y la debida atención.
Remedios Naturales:
Tobillos hinchados: Aplicamos sobre ellos compresas de perejil y mantenemos las piernas en alto siempre que sea posible.
Pies doloridos: Un baño de pies de unos 10 minutos aproximadamente en un recipiente con agua no demasiado caliente en el que se debe diluir 4 aspirinas.
Pies secos: Masajeamos la piel con un algodón empapado en aceite de oliva y frotamos después con medio limón la superficie del pie.
Durezas en los talones: Partimos una cebolla por la mitad, hacemos un hueco en el centro y lo rellenamos con sal... A continuación mojamos con un pincel el líquido que desprende la cebolla mezclada con el sal y lo aplicamos en la zona afectada.
Exfoliante natural: Masajeamos los pies con azúcar y crema hidratante y los volvemos meter en agua tibia.
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