A la hora del crash...
No exsisten...¡las pones tú misma! si das luz verde o roja a esa sonrisa en la disco; si cedes el paso o frenas en seco cuando lo ves pasar; o si aceleras y tú misma lo sacas a bailar...¡ya sabes quién lleva el timón de la situación!.
¿Pase o pare?
Luz Roja: te persigue por todas partes, no se te despega y te pide tu celu, e-mail y dirección en dos minutos de charla...¡que tome taxi!
Luz Ambar: no habla, no baila y es un poco torpe, pero tiene unos ojos y una sonrisita...¡ayúdalo a ver el camino!
Luz Verde: no deja de mirarte a los ojos, sonrie y ni le hace caso a sus amigotes...¡dile que sí!
Curvas que matan.
¿Sabías que llevas más de un arma de conquista contigo? no sólo harás que choquen miradas vistiéndote sexy o usando una fragancia que los impacte, también puedes usar tu mejor curva: ¡tu sonrisa!
¿Muy lento? ¡acelera tú!
si es muy tímido y no da el primer paso luego de mirarte unas 30 veces, entonces pon primera y arranca la conversación tú misma.
Te apostamos que no sólo le gustará...¡te lo agradecerá!
¿nada en común?
¿caminos distintos? si a ti te gusta hablar de lo mucho que te divierten las montañas rusas y él solo te habla del último libro de mecánica cuántica que ha leído...¡no hay crash! no sigas disimulando los bostezos, ¡bájalo del carro y arranca!
¿le doy mi número o no?
si la conversación es interesante y él esta guapisimo...¿por qué no? pero si ves que también se lo pide a la mesera, a la dj y a un par de chicas más ¡no way...cambia la ruta!
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